La vida es demasiado corta
para dedicarle tiempo
a las cosas que no
te hacen feliz

Siempre me ha apasionado la fotografía, y a día de hoy intento capturar momentos y disfrutar de cada disparo. Me encanta hacer fotografías y ver la reacción de la gente al verlas.
Trato de inmortalizar esos gestos y detalles que hacen que la foto sea diferente.
Mi afán es dar el mejor servicio y la máxima calidad a mis clientes.

Algo más sobre mí...

Desde pequeño les quitaba la cámara a mis padres para hacer yo las fotos. Siempre me ha gustado inmortalizar los momentos que vivía.
A los 17 años mi madre me regaló mi primera cámara réflex, la Canon 350D, con la que comencé a hacer mi primer curso de fotografía online, experimentar y a presentar algunas de mis fotos en concursos locales.
Un día un amigo me pidió que le hiciera las fotos de su boda y… comencé a comprar equipo para poder hacerlo de la forma más profesional posible. Tras varias bodas y muchas fotos tuve lo que yo llamo “el parón de ideas” y sumado al desánimo que sentía decidí vender todo mi equipo. Lo único que no vendí fue mi Canon 350D, la cual dejé guardada en su caja.
Pero esto no terminó ahí, como en la película “Jumanji” un día la cámara despertó y volvió a llamarme. Habían pasado unos años pero al cogerla seguía siendo mi cámara, volví a sentir esa sensación de felicidad e inquietud al mismo tiempo y creció en mí las ganas de volver a salir y empezar a “gastar carrete”.
Las ideas, la motivación, la inspiración volvió… y de qué forma.
Desde entonces, llevo varios años tomando fotografías, cogiendo experiencia y formándome todo lo que puedo.
Me encanta lo que hago y vivo pensando en una frase que llevo tatuada:
“La vida es demasiado corta para dedicarle tiempo a las cosas que no te hacen feliz”